lunes, 30 de abril de 2012

LA ENAMORADA, DE ALEJANDRA PIZARNIK.



Esta lúgubre manía de vivir,
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

Hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió.

Enviarás mensajes, sonreirás,
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado.

Oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

sábado, 28 de abril de 2012

EN MEDIO DE LA NOCHE, DE JOSÉ BATLLÓ.


En medio de la noche
te desvelas
y adivinas mi rostro dormido.
Apoyas tu boca sobre mi frente,
dejas, como al descuido,
tu mano sobre mi pecho,
hasta que nuestros latidos se acompasan.

En medio de la noche,
hostil y oscura,
me guardas,
estremeciéndote a cada
movimiento que hago,
hasta que, femenina y desvalida,
te quedas soñando
como un ángel cansado.

Por la mañana
tengo una alegría que me vive
todo el día, que me asiste
todo el día, sin saber
a qué se debe,
por qué nace.

viernes, 27 de abril de 2012

LA MEJOR COSA DEL MUNDO, DE ELIZABETH BARRET BROWNING.


¿Cuál es la mejor cosa del mundo?
Las rosas de junio perladas por el rocío de mayo;
El dulce viento del sur diciendo que no lloverá;
La Verdad, con los amigos despojada de crueldad;
La Belleza, no envanecida hasta agotar su orgullo;
El Amor, cuando somos amados de nuevo.
¿Cuál es la mejor cosa del mundo?
Algo fuera de él, pienso.

jueves, 26 de abril de 2012

LA DEFINICIÓN DEL AMOR, DE ANDREW MARVELL.


Un nacimiento tuvo mi amor tan extraño
como raro y noble es su objeto;
fue por la Desesperación engendrado
y por la Imposibilidad, al tiempo.

Sólo la Magnánima Desesperación
pudiera enseñarme algo de tan divino ascenso,
allí donde la débil Esperanza jamás llegó
sino que en vano agitó sus alas doradas.

Y, sin embargo, yo podría llegar
donde mi alma extendida anhela;
pero el Destino se interpone
clavando ante mí sus uñas férreas.

Si el Destino con ojo celoso adivina
dos amores perfectos, los separa,
pues con su unión fraguan su ruina
y de su poder despótico escapan.

Y, por tanto, sus designios de acero
nos han situado lejos como los polos
(aunque gire sobre nosotros el amor sincero)
que no pueden abrazarse uno al otro.

A no ser que cayera el vertiginoso cielo,
y por una nueva convulsión todo fuera quebrado,
y, para unirnos, el mundo por completo
se apretara en un solo plano.

Como las líneas, los amores oblicuos a veces
en cada ángulo se rozan,
pero los nuestros, tan paralelos siempre,
a través del infinito separados avanzan.

Por tanto, el amor que hemos atado,
y al que el Destino cruel se enfrenta,
es la conjunción del pensamiento,
y contrario a las Estrellas.

domingo, 22 de abril de 2012

LILIUM, DE KUMIKO NOMA.

ESTA ES LA CANCIÓN DEL OPENING DE UN ANIME QUE ME ENCANTA, "ELFEN LIED".
LES RECOMIENDO QUE SI TIENEN LA OPORTUNIDAD DE VERLO,,, VEANLO... PERO LES ADVIERTO QUE ES MUY SANGRIENTO,,, GORE!!!

viernes, 20 de abril de 2012

LA CASA DE LA RAMERA, DE OSCAR WILDE.


Seguimos las huellas de pies que bailaban
hacia la calle llena de luna
y nos detuvimos bajo la casa de la ramera.

Adentro, sobre el clamor y el movimiento,
oímos a los músicos tocando a gran volumen
el «Treues Liebes Herz» de Strauss.

Como formas extrañas y grotescas,
largas contorsiones arabescas,
corrían sombras detrás de las cortinas.

Vimos girar a los fantasmales danzantes
al ritmo de violines y de cuernos,
como hojas negras arrastradas por el viento.

Igual que marionetas tiradas de sus hilos
las siluetas de secos esqueletos
se deslizaban por la cuadrilla.

Tomados de la mano
bailaban su majestuoso desafío;
y el eco de las risas era agudo y crispado.

A veces un muñeco de reloj apretaba
una amante inexistente contra el pecho,
y otras parecían querer cantar.

A veces una espantosa marioneta
se asomaba fumando al umbral
Como si estuviese vivo.

Entonces, volviéndome a mi amor dije,
«Los muertos bailan con los muertos,
el polvo se mezcla con el polvo».

Pero ella escuchó el violín,
se apartó de mi lado y entró:
entró el Amor en casa de Lujuria.

Súbitamente, desentonó la melodía,
se fatigaron los valses,
las sombras dejaron de girar.

Y por la larga y silenciosa calle,
en sandalias de plata, asomó el alba
como una niña asustada.

miércoles, 18 de abril de 2012

HIMNO A LA SOLEDAD, DE JAMES THOMSON.


Saludos, agradable y suave Soledad,
compañera de los piadosos y sabios;
de cuyo sagrado y penetrante ojo
huyen los tontos, manadas de villanos.
¡Ah! Cómo adoro caminar a tu lado,
y escuchar tus palabras susurradas,
impartiendo verdad e inocencia
en todos los corazones obstinados.

Mil formas puedes adoptar con facilidad,
y en cada forma otorgas tu bondad.
Ahora envuelta en algún sueño misterioso,
tomas la silueta de un solitario filósofo;
ahora vuelas rápido de la colina al valle,
y barres el firmamento estrellado;
luego en un pastor asolas la planicie,
murmurando adelante en la tensa corriente;
ahora en un amante, con toda la gracia
de tu dulce pasión en el rostro,
entonces, calmada en la amistad, asumes
la mirada apacible de la flor de Hertford,
como con su Musidora, ella yace
(su Musidora que te ama)
entre el largo claro retirado,
despertando al beligerante ruiseñor.

Tuyo es el aliento balsámico de la mañana,
tal como se inclina el rocío que nace;
y mientras golpean los fervores del meridiano,
tuya es la retirada muda del bosque;
pero cuando las escenas del ocaso decaen,
y la ilusión de las landas se desvanece,
tuya es la suavidad dudosa que declina,
y la hora mejor para tu reflexión sombría.

Descienden los ángeles para bendecir tu paso,
las virtudes del prudente y del sabio;
la inocencia simple se viste de blanco,
antes de que alces tu cabeza intrépida,
los rayos de la fe brillan a tu alrededor,
y aclaman tu penumbra con luz divina,
sobre tu ser la libertad flota ligera,
y la absorta Urania canta para ti.

¡Oh, deja que penetre tu celda secreta!
¡Deja que habite en tu morada profunda!
Quizás en la colina adornada de robles,
cuando la meditación la arrebate,
pueda yo reposar mis descuidados ojos
donde crecen las torres espigadas de Londres;
pensar en sus crímenes, sus cuidados, su dolor,
y luego ocultarme en tus bosques otra vez.

domingo, 15 de abril de 2012

LA TUMBA DE MI SEÑORA, DE EMILY BRONTË.

El pájaro habita en la escarpada aurora,
la alondra traza el aire en silencio,
la abeja danza entre las campanas del brezo
que ocultan a mi bella Señora.

El venado salvaje sobre su pecho con frialdad,
las aves silvestres elevan sus alas calientes;
y Ella a todos les sonríe indiferente,
¡la han dejado sola en su soledad!

Supuse que cuando el oscuro muro de su tumba
retuvo su delicada y femenina forma,
nadie evocaría la dicha que recorta
la Luz efímera de la alegría.

Pensaron que la ola de la tristeza pasaría
sin dejar huellas en los años futuros;
¿pero dónde están ahora todas las angustias?
¿y dónde aquellas lágrimas?

Deja que luchen por el honor del aliento,
o por el placer sombrío y fuerte,
el morador de la Tierra de la Muerte
es inconstante e indiferente también.

Y si sus ojos han de observar y llorar
hasta que la fuente del dolor se seque,
ella no retornará, de su tranquilo sueño,
ni devolverá nuestros vanos suspiros.

Sopla, viento del oeste, sobre el árido túmulo:
¡murmuren, arroyos del verano!
No hay necesidad de otros sonidos
para custodiar a mi Dama en su descanso.

sábado, 14 de abril de 2012

MY HEART WILL GO ON, DE CELINE DION.

SE CUMPLEN HOY 100 AÑOS DEL NEFASTO DÍA EN EL QUE EL "TITANIC" SE HUNDIÓ EN LAS AGUAS DEL ATLÁNTICO.
LA OSADÍA DEL HOMBRE HIZO POSIBLE ESTA DESGRACIA, NO SEAMOS TAN OSADOS, QUE SIEMPRE SE ACABA PAGANDO.

ESTE ES MI PEQUEÑO HOMENAJE A TODAS ESAS PERSONAS QUE PERECIERON EN LAS FRÍAS AGUA DEL OCEANO UN 14 DE ABRIL DE 1912.

EVERYTIME WE TOUCH, DE CASCADA.

miércoles, 11 de abril de 2012

RECUERDA, DE CHRISTINA GEORGINA ROSSETTI.


Recuérdame cuando haya marchado
lejos en la Tierra Silenciosa;
cuando mi mano ya no puedas sostener,
ni yo dudando en partir, queriendo permanecer.
Recuérdame cuando se acabe lo cotidiano,
donde revelabas nuestro futuro pensado:
sólo recuérdame, bien lo sabes,
cuando sea tarde para plegarias o consuelos.
Y aunque debas olvidarme por un momento
para luego evocarme, no lo lamentes:
pues la oscuridad y la pena dejan
un vestigio de los pensamientos que tuve:
es mejor el olvido en tu sonrisa
que la tristeza ahogada en tu recuerdo.

martes, 10 de abril de 2012

ESPÍRITU SIN NOMBRE, DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER.


Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
yo vivo con la vida
sin formas de la idea.

Yo nado en el vacío del sol,
tiemblo en la hoguera,
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.

Yo soy el fleco de oro
de la lejana estrella,
yo soy de la alta luna
la luz tibia y serena.

Yo soy la ardiente nube
que en el ocaso ondea,
yo soy del astro errante
la luminosa estela.

Yo soy nieve en las cumbres,
soy fuego en las arenas,
azul hondo en los mares
y espuma en las riberas.

En el laúd soy nota,
perfume en la violeta,
fugaz llama en las tumbas
y en las ruinas yedra.

Yo atrueno en el torrente
y silbo en la centella
y ciego en el relámpago
y rujo en la tormenta.

Yo río en los alcores,
susurro en la alta hierba,
suspiro en la onda pura
y lloro en la hoja seca.

Yo ondulo con los átomos
del humo que se eleva
y al cielo lento sube
en espiral inmensa.

Yo en los dorados hilos
que los insectos cuelgan
me agito entre los árboles
en la ardorosa siesta.

Yo corro tras las ninfas
que en la corriente fresca
del cristalino arroyo
desnudas juguetean.

Yo en bosques de corales
que alfombran blancas perlas,
persigo en el océano
las náyades ligeras.

Yo en las cavernas cóncavas
donde el sol nunca penetra,
mezclándome a los gnomos
contemplo sus riquezas.

Yo busco de los siglos
las ya borradas huellas
y sé de esos imperios
de que ni el nombre queda.

Yo sigo en raudo vértigo
los mundos que voltean,
y mi pupila abarca
la creación entera.

Yo sé de esas regiones
a donde el rumor no llega,
y donde informes astros
de vida un soplo esperan.

Yo soy sobre el abismo
el puente que atraviesa,
yo soy la ignota escala
que el cielo une a la tierra.

Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.

Yo en fin soy ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
del que es vaso el poeta.

domingo, 8 de abril de 2012

AMOR, DE DELMIRA AGUSTINI.


Yo lo soñé impetuoso, formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.

Luego lo soñé triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
sonaba sus cristales, el alma de la fuente.

Y hoy sueño que es vibrante, y suave, y riente, y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste;
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,
sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos...

viernes, 6 de abril de 2012

LÁGRIMAS, INDOLENTES LÁGRIMAS; DE LORD ALFRED TENNYSON.


Lágrimas, indolentes lágrimas, no sé qué significan:
lágrimas que desde lo profundo
de alguna divina desesperación
se alzan en la esencia del corazón,
y se reúnen en torno a los ojos
al contemplar los alegres campos de otoño,
pensando en los días que ya nunca serán.

Frescas como el primer rayo brillante sobre la vela,
convocando a nuestros amigos del inframundo,
triste como el último lamento agónico
que se hunde en el abismo con todo lo que amamos,
tan tristes, tan frescas, como los días que ya no serán.

Tristes y extrañas como los oscuros crepúsculos del verano,
las primeras voces de las aves cantaron
sobre los oídos muertos, junto a los muertos ojos
que contemplan la mañana trepando sobre la ventana;
tan tristes, tan frescos, como los días que ya no serán.

Amados como el recuerdo de los besos tras la muerte,
y dulces como la indiferente fantasía fingida
sobre aquellos labios que serán de otro;
profundas como el Amor,
profundas como el primer Amor,
salvajes huellas de un pálido remordimiento.
Oh, amarga Muerte en Vida, ellas son el lamento
por los días que ya nunca serán.

miércoles, 4 de abril de 2012

LA FLOR DEL AMOR, DE OSCAR WILDE.


Amor, no te culpo, pues mía ha sido la culpa,
al no ser creado por la arcilla común.
Escalé la mayor de las alturas, inalcanzable;
ví el aire pleno, el día más grande.

Desde lo salvaje de mi desperdiciada pasión
fui asaltado por una mejor, más clara canción.
Encendí una ligera luz de abnegada libertad,
luché contra la envilecida cabeza de Hidra.

Han sido mis labios barridos
hacia la música por tus besos, y han sangrado,
y tu has caminado junto a los ángeles
en aquella planicie verde y esmaltada.

He andado por el camino donde Dante
contempló los soles brillando sobre siete círculos,
¡Ah! Tal vez observó a los cielos expandiéndose,
como si se abriesen sobre Florencia.

Y las naciones poderosas que me han coronado,
a mí, que sin corona yazgo sin nombre,
y algún crepúsculo oriental me ha encontrado
de rodillas sobre el umbral de la Fama.

Me he sentado en el círculo de mármol
donde el viejo bardo es igual al joven,
donde la pipa siempre gotea su miel,
y las cuerdas de la lira siempre vibran.

Keats levantó los rizos de su himeneo
desde el vino de las amapolas,
con su boca de ambrosía besó mi frente,
envolviendo el amor noble que hay en mí.

Y en la primavera, cuando las flores del manzano
tiñen el seno de las palomas,
en la hierba yacen dos amantes
que han leído la historia de nuestro amor.

Han leído la leyenda de mi pasión,
y conocido el secreto amargo de mi corazón,
besándose como nosotros nos hemos besado,
pero nunca lejos como nosotros lo estamos.

Pues la flor carmesí de nuestra vida
es devorada por el gusano de la verdad,
y ninguna mano recogerá
los marchitos pétalos de la rosa de la juventud.

Sin embargo, no me arrepiento de amarte,
¿qué otra cosa puede hacer un muchacho?
Los ávidos dientes del tiempo corroen,
persiguiendo las silenciosas huellas de los años.

El timón nos balancea en la tempestad,
y cuando la tormenta de la juventud haya pasado,
sin liras, sin laúd y sin coro,
la tranquila muerte del navegante finalmente llega.

Y dentro de la tumba no hay placer,
el ciego gusano consume las raíces,
y el Deseo se estremece en cenizas,
y el árbol de la pasión no da frutos.

¿Qué otra cosa puedo hacer sino amarte?
La propia madre de Dios me es menos querida,
y menos aún la dulce Afrodita
elevándose como un lirio plateado sobre el mar.

He tomado mi decisión, he vivido mis poemas
y aunque la juventud se haya perdido en indolentes días;
he descubierto que la corona de mirto del amante
es mejor que la del laurel sobre el poeta.

martes, 3 de abril de 2012

POEMA DEL SECRETO, DE JOSÉ ÁNGEL BUESA.

Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.
Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar.
Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, así como al azar....
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.
Ya ves: tú no sospechas este secreto amargo,
más amargo y profundo que el secreto del mar...
porque puedo dejarte de amar, y sin embargo...
no te puedo olvidar.

domingo, 1 de abril de 2012

LA BELLEZA, DE CHARLES BAUDELAIRE.


Yo soy Bella, ¡oh mortales! como un sueño de piedra,
y mi seno que a todos eternamente torturó,
ha sido creado para inspirar amor a los poetas.

Eterna e incólumne, como la materia.
Incomprendida esfinge, reino en azul;
el níveo corazón junto a la blancura del cisne;
detesto el movimiento que desplaza las líneas.

Yo jamás lloré, como tampoco jamás reí.
Los poetas, ante mis gestos altivos,
que recuerdan antiguos monumentos,
consumen sus días en penosa labor.

Que para fascinar a estos dóciles amantes
tengo puros espejos que embellecen las cosas:

Mis ojos, mis dos enormes pozos de eternidad.