domingo, 29 de julio de 2012

ÚLTIMAS PALABRAS A MIRIAM, DE D. H. LAWRENCE.



Nuestra es la vergüenza y el dolor
pero la desgracia es sólo mía;
tu amor fue oscuro y profundo,
el mío fue como el amor del sol por las flores
que crea con su brillo.

Yo era diligente para explorarte,
floreciendo tallo por tallo,
hasta que el fuego de mi creación te arrojó
quemando hacia la última frontera de la Angustia,
entonces fui rechazado.

Conocí tu dolor, y quebróm
mi delicado nervio de artesano;
tu cuerpo se encogió en mi pulso,
y mi coraje fracasó al intentar darte
la última y bella tortura que merecías.

Eres esbelta, adornada,
pero opaca y abatida en la carne,
la cuál, habiéndola penetrado con implacable
y ardiente angustia, fue consumida
en una adorable y brillante mortaja.

Como una ventana pintada: el refinado
sufrimiento arde a través de tu carne,
desnúdala y bendícela con la temblorosa
dulzura de la sabiduría: porque ahora
¿Quién se llenará de nuevo en tí?

¿A quién consumirás en libertad,
con la escoria y el terror de tu cuerpo,
desde que tu fuego ha fracasado en mí?
¿Qué hombre se inclinará sobre tu carne
para penetrarla con la gimiente cruz?

Una silenciosa, casi una cosa bella es tu rostro,
que me llena de vergüenza
al verlo endurecer,
torciendo la imagen perfecta de Dios,
y oscureciendo mi eterna fama.

viernes, 27 de julio de 2012

UNA CONFERENCIA SOBRE LA SOMBRA, DE JOHN DONNE.


Detente, Amor, y os daré una conferencia
sobre la filosofía de la Pasión.
Durante las tres horas de este paseo,
dos sombras, que nosotros mismos producíamos,
custodiaban nuestros pasos.
Pero ahora el sol se alza sobre nuestras cabezas.
Ya pisamos nuestras sombras,
y todas las cosas están bañadas en intrépida luz.
Así, mientras nuestro primer amor crecía,
surgían de nosotros, y de nuestra tribulación;
sombras y disfraces. Pero ya no.
El Amor no ha alcanzado su máximo esplendor
cuando aún debe cuidar de ocultarse.
A menos que nuestros amores permanezcan
en este mediodía, proyectaremos
nuevas sombras hacia el lado opuesto.
Como las primeras, que fueron para cegar a los demás,
estas sombras obrarán sobre nosotros,
y cegarán nuestros ojos.
Si nuestros amores disminuyen,
y declinan hacia el oeste,
fálsamente me ocultarás tus actos,
y yo cobijaré los míos.
Las sombras de la mañana desaparecen,
pero estas se alargan con el día,
y ¡Ay, corto es el Día del Amor, si el amor decae!
El Amor es una luz creciente,
o en plenitud constante;
su primer instante después del mediodía es la Noche.

miércoles, 25 de julio de 2012

TU AMOR, DE DELMIRA AGUSTINI.


Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte,
en el carmen fecundo de mi vida.

Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.

Tus ojos son mis medias noches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en mi acerbidad;

crisálida de un vuelo del futuro
es tu abrazo magnífico y oscuro
torre embrujada de mi soledad.

martes, 24 de julio de 2012

NO DIGÁIS QUE..., GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER.


No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

domingo, 22 de julio de 2012

TODAS LAS ALMAS, DE KATHARINE TYNAN HINKSON.


La Puerta del Cielo está por cerrarse
ante la noche, muchos aceptan con agrado
volver al hogar para una vigilia nocturna,
nuevamente junto a sus amores.

Oh, dónde el padre y la madre se sientan,
hay un mar de hojas muertas ante la puerta,
como el repiqueteo de unos pequeños pies
que ya no volverán.

Sus pensamientos vagan por la noche y el frío,
sus lágrimas son más densas que las rocas,
¿pero quién es éste sobre el umbral,
tan joven y alegre?

Han venido de la Tierra de la Juventud,
han olvidado cómo llorar,
palabras de consuelo sobre las lenguas,
y un beso que atesorar.

Se sientan y se quedan por un tiempo,
besos y comodidad no faltarán;
en la mañana se robarán una sonrisa
y una larga mirada hacia atrás.

viernes, 20 de julio de 2012

miércoles, 18 de julio de 2012

TRES VECES TONTO, DE JOHN DONNE.


Sé que soy dos veces tonto,
por amar, y por decirlo
en poesía quejumbrosa.
Pero ¿dónde está ese sabio, que no podría ser yo,
si ella no me rehusara?
Así, como las vías interiores, tortuosas,
purgan el agua del mar de la corrosiva sal,
pensé que si alejar conseguía mis pesares
por la inoportuna rima, los aliviaría.
El pesar, cuando al metro se reduce, no puede ser tan agudo
pues, si verso se encadena, se somete.

Mas, cuando eso está hecho, alguien,
por mostrar su arte y su voz,
mi dolor compone y canta,
y, mientras a otros deleita, de nuevo
el dolor libera, que los versos contenían.
Al amor corresponde el tributo del verso, y al dolor,
pero no el de aquel que cuando es leído agrada.
Ambos por estas canciones se incrementan:
pues así son los triunfos de ambos difundidos.
Y yo, que dos veces tonto era, paso así a serlo tres,
pues son los mejores tontos los que un poco sabios son.

lunes, 16 de julio de 2012

YO SÉ UN HIMNO GIGANTE Y EXTRAÑO, DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER.


Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.

domingo, 15 de julio de 2012

SÓLO UNA MUJER, DE DINAH MARIA CRAIK (MISS MULOCK).



La verdad fue dicha. La tomé como una pequeña sierpe,
no me matará. Mi corazón no se romperá,
aunque más no sea por el cariño de los que me rodean.

Por él también, en cierta manera. Deja que no sea culpado;
tampoco digamos que me ha dado un honor manchado,
excepto (apenas merece ser nombrado) su corazón.

Se ha ido. La muerte corrupta podría ser
fácilmente vencida, respirando.
Entonces todo su ser hasta mí volvería.

Jamás lo he visto en los cortejos deportivos,
ni lo he cortejado como las inocentes doncellas,
no me importó cuándo caería el precio de la dicha.

Sólo lo amé (cualquier mujer lo haría),
callé mi amor hasta que él lo reclamó,
luego fluí como un torrente por su vida seca.

Fui tan feliz que haría de él una santa bendición,
tan feliz de que haya sido el primero y el mejor,
así como lo fui yo: ambos presas, ambos cazados.

¡Ah, si sólo hubiese sido real!
Si por un sólo año, un mes, o dos,
me hubiese dado amor por amor.

O si me hubiese confesado: la muerte es un hecho;
si abatido hubiese depositado el trono de su corazón.
¡Pobre sustituto! Pues su reina se había ido.

O si hubiese suspirado, cuando sus besos dulces
agitaban mis labios en cálidas caricias,
que él besaba a otra dama como esta, menos amargo sería.

A veces sé que podría lamentar
el engaño, como los niños al soñar,
pero mi angustia es demasiado seca para llorar.

Entonces levanté mi hogar en una tierra extraña;
burlada por un corazón atrapado en la duda,
una esencia que parecía firme, sin embargo tan solitaria.

Y cuando aquel corazón comenzó a helarse (helado permanece),
yo, ignorante, me afané en todas las artes de la mujer,
culpando a mi estúpido dolor; me volqué a todo por él.

Estaba destinado a ser:
El trazo pleno de la agonía fue construido,
y el cáliz amargo de Tántalo me fue servido.

Otra vez digo: Él me dio todo lo que reclamé,
y mis niños jamás deberán avergonzarse,
él es un hombre justo, y vivirá sin culpas.

¡Oh, Dios, Dios! Ruego por pan y recibo piedras,
diariamente descansa mi cabeza
sobre un pecho donde un viejo amor ha muerto.

¿Muerto? ¡Tonta, si nunca has vivido!
Sólo has vaciado las horas como un cadáver frío.
Tampoco has escuchado en la tumba el cuerpo caído.

Él mantendrá a su otra dama lejos,
no se si su rostro es brutal o bello,
sólo sé que era su deleite.

Por lo tanto, mi canto comienza a terminar.
No pienso en las risas o el insulto del mundo.
En este tormento no se oye el consuelo de los amigos,
ni la ciega burla de los enemigos.

Nadie sabe. Nadie escucha.
Conservo algo de mi orgullo,
el suficiente como para levantarme como esposa,
sonreír ante él como cuando era su novia estúpida.

Feliz, mientras los solemnes años pasan de largo,
él pensará con un suspiro, mirando hacia el pasado,
que la otra mujer era la sombra de la que está a su lado.

viernes, 13 de julio de 2012

SI SÓLO YACIERAS MUERTA Y FRIA, DE WILLIAM BUTLER YEATS.




Si sólo yacieras muerta y fría
y las luces del oeste se apagaran,
aquí tu cabeza descansarías,
y yo mi frente sobre tu pecho,
tiernas palabras susurrarías,
perdonándome, pues ya estás muerta.

No te alzarías ni partirías presurosa,
aunque tengas alma de pájaro errante,
sabes que tu cabello flotante
está preso del sol, la luna y las estrellas;
quisiera, amada, que en la tierra yacieras
bajo las hojas delicadas,
mientras los astros, uno a uno, se apagan.

miércoles, 11 de julio de 2012

SAETA QUE VOLADORA..., DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER.


Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;

hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;

gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;

luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;

eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.

martes, 10 de julio de 2012

SU VOZ, DE OSCAR WILDE.


La intrépida abeja vaga de rama en rama,
con su hirsuto abrigo y ligeras alas,
ahora sobre el pétalo del lirio,
ahora balanceándose en un jacinto,
en torno a él:
estaba cerca el amor; y fue aquí, supongo,
donde realicé mi voto.

Juré que dos almas deberían ser una,
mientras las gaviotas amen el mar,
mientras los girasoles amen el sol.
Será, dije, nuestra eternidad,
tuya y mía.
Querida amiga, aquellos tiempos se han ido,
la red del Amor se ha cerrado.

Mira hacia arriba, donde los álamos
danzan y danzan en el aire del estío,
aquí en el valle, la brisa nunca
agita los frutos, pero allí
los grandes vientos soplan,
y desde el susurro místico del mar
arriban las olas que acarician la costa.

Mira hacia arriba, donde gritan las níveas gaviotas,
¿qué pueden contemplar qué nosotros no vemos?
¿Acaso una estrella? ¿O quizás la lámpara que ruge
en algún lejano y perdido buque?
¡Ah, puede ser!
¡Hemos vivido en una tierra de sueños!
Y que triste parece.

Mi Vida, no queda nada por decir,
salvo esto: el amor nunca se pierde,
el filo del invierno desgarra el pecho de mayo,
y sus rosas carmesí brotan quebrando el hielo.
Los navíos de la tempestad
en alguna bahía encontrarán su muelle,
así como nosotros deberíamos hacerlo.

Y no queda nada por hacer
salvo besarnos una vez más, y partir.
No, no hay nada que debamos lamentar,
yo tengo mi belleza, y tu el arte.
No, que nunca comience,
un mundo no es suficiente
para dos como tú y yo.

lunes, 9 de julio de 2012

POR LOS VIEJOS TIEMPOS, DE ROBERT BURNS.



¿Deberían ser olvidados los viejos amigos
y nunca recordarlos?
¿Deberían ser olvidados los viejos amigos
y los viejos tiempos?

Por los viejos tiempos, amigo,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa de camaradería
por los viejos tiempos.

Los dos hemos corrido por las laderas
y arrancado las bellas margaritas,
pero hemos errado mucho con los pies doloridos
desde los viejos tiempos.

Por los viejos tiempos, amigo,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa de camaradería
por los viejos tiempos.

Los dos hemos vadeado la corriente
desde el mediodía hasta la cena,
pero amplios mares han rugido entre nosotros
desde los viejos tiempos.

Por los viejos tiempos, amigo,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa de camaradería
por los viejos tiempos.

Y he aquí una mano, mi fiel amigo,
y danos una de tus manos,
y ¡echemos un cordial trago de cerveza
por los viejos tiempos!

Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa de camaradería
por los viejos tiempos.

Y seguro que tú pagarás tu trago.
Y seguro que yo pagaré el mío...
Y, aun así... ¡echaremos ese trago de camaradería
por los viejos tiempos!

sábado, 7 de julio de 2012

SIGNIFICADO DE LA PALABRA YO AMÉ, DE GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA.




Con yo amé dice cualquiera
esta verdad desolante:
-Todo en el mundo es quimera,
no hay ventura verdadera
ni sentimiento constante.-
Yo amé significa: Nada
le basta al hombre jamás:
La pasión más delicada,
la promesa más sagrada,
son humo y viento ¡y no más!

jueves, 5 de julio de 2012

SILENTIUM AMORIS, DE OSCAR WILDE.


Como a menudo el resplandeciente sol
persigue a la pálida y reacia luna,
impulsándola hacia su cueva sombría,
donde ella también se retira furtiva
en busca de la singular balada de un ruiseñor,
así tu Belleza me impulsa,
en mis labios fracasando,
y donde todo mi dulce canto
pierde su melodioso color.

Y como al amanecer cruzando el velo del licor,
en alas impetuosas arremete el viento,
quebrando los juncos con su beso violento,
el cual ha sido su único instrumento:
Así mi tormentosa pasión me ha extraviado,
silenciando mi sentimiento por exceso de amor.

Pero es seguro que ante tí mis ojos no revelarán
porqué soy silencioso, y porqué mi laúd ha muerto.
Hacia nuevas tierras deberíamos partir:
Tú hacia unos labios de dulces melodías,
y yo hacia el refugio de mi estéril memoria,
donde yacen besos apenas insinuados,
y canciones nunca cantadas.

miércoles, 4 de julio de 2012

REALIDAD DEL AMOR, DE COVENTRY PATMORE.


Camino, confío, con los ojos abiertos;
he recorrido la mitad del terrenal desierto;
detrás de mis pasos se esconde
mucha vanidad y algo de remordimiento;
he vivido para sentir el orgullo de los espíritus,
anclados entre sí como la mano al guante;
me he sonrojado por el castillo del amor,
jamás descreí de él, aún sin mi corazón,
jamás negué al amor, la única cosa mortal
cuyo valor es eterno, inmortal;
nunca tuve en cuenta los errores,
residuos que cantan terrores,
indignos de una grave canción;
y el Amor es mi recompensa, por ahora,
cuando la mayoría de los espectros se quejan,
el mirto florece sobre mi frente,
y su aroma echa raíces en mi mente.

martes, 3 de julio de 2012

SI LA VERDAD DEL CORAZÓN, DE A. E. HOUSMAN.


Si la verdad del corazón del hombre
influyera en algo sobre el Cielo,
mi amor por ti nunca dejaría
que tu cuerpo muriese.

Si la firmeza de unos sentimientos
o el solo pensamiento me bastara,
podría el mundo terminar mañana
que tú jamás conocerías tumba.

Es tan grande mi amor por ti,
tan fuerte mi deseo de quererte,
que si ellos fueran suficientes
tú  vivirías eternamente.

Pero las cosas son de otra manera,
y al menos sé gentil con este
perdido corazón antes de que hayas
de irte allí donde no tendrás amigos.

lunes, 2 de julio de 2012

SERENATA, DE PAUL MARIE VERLAINE.

Como la voz de un muerto que canta
desde el fondo de su sepulcro,
amante, escucha subir hasta tu retiro
mi voz agria y falsa.

Abre tu alma y tu oído al son
de mi mandolina:
para ti he creado, para ti, esta canción
cruel y fantástica.

Cantaré tus ojos de oro y de ónix,
limpios de toda sombra,
cantaré el Leteo de tu seno, luego el
de tus cabellos oscuros.

Como la voz de un muerto que canta
desde el fondo de su sepulcro,
amante, escucha subir hasta tu retiro
mi voz agria y falsa.

Después alabaré, convenientemente,
esta bendita carne,
cuyo voluptuoso perfume evoco
en las noches de insomnio.

Y para acabar cantaré el beso
de tu labio rojo
y tu dulzura al torturarme,
¡Mi ángel, mi vida!

Abre tu alma y tu oído al son
de mi mandolina:
para ti he creado, para ti, esta canción
cruel y fantástica.